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European and international institutions

Para Bruselas, algunos ‘ciudadanos europeos’ son más iguales que otros[1]

Este artículo es la traducción española de un artículo originalmente publicado en francés en el BlogActiv de Claire Goyer el 3 de mayo de 2013. La traducción es de Luisa Penalva, voluntaria en el OEP. Le damos las gracias por su trabajo. 

El artículo original en francés se encuentra aquí

La Comisión europea lanza una plataforma cívica en la que propone una lengua de trabajo única: el inglés.

 

Para Bruselas, algunos « ciudadanos europeos » son mas iguales que otros[1].

Claire Goyer, 03/05/13

La Comisión europea lanza una plataforma cívica en la que propone una lengua de trabajo única: el inglés.

En un comunicado de prensa del 23 de abril de 2013, la Comisión europea anunció la creación de una plataforma para luchar contra el fraude fiscal. Título: La buena gobernanza en el ámbito fiscal (http://europa.eu/rapid/press-release_IP-13-351_fr.htm) « Estará compuesta de 45 miembros, entre los cuales figura un representante de alto nivel en nombre de las autoridades fiscales de cada Estado miembro, y un máximo de 15 representantes no gubernamentales. Estos últimos serán designados por la Comisión en base a un proceso abierto de llamada a candidaturas. Una llamada a candidaturas ha tenido lugar asimismo hoy, con objeto de seleccionar a las organizaciones que participarán en la plataforma. Las organizaciones seleccionadas gozarán de un mandato de tres años, renovable si su solicitud es de nuevo retenida al término de dicho periodo ».

La llamada a candidaturas señala que la lengua de trabajo será el inglés: Dado que no se puede garantizar ni la traducción de documentos ni la interpretación simultánea en las tres lenguas de trabajo de la Comisión (EN, FR, DE), se exigirá a los representantes y a sus sustitutos un perfecto dominio del inglés, para que puedan participar en las conversaciones, comprender los documentos de trabajo y, si procede, producir una contribución escrita. Se elimina de esta forma a aquellos eminentes especialistas que carezcan de dominio del inglés, y se favorece a los anglófonos, posean o no competencia en la materia.

Si partimos del hecho de que la sociedad civil desempeña un papel importante en el seno de la UE, y si tenemos en cuenta que en este caso se trata de expertos de alto nivel en materia fiscal, es fundamental poner a disposición los medios necesarios: por dichos medios nos referimos a los servicios de traducción y de interpretación, pilares del funcionamiento de la Unión Europea.

No respeto de los tratados: Podríamos incluso preguntarnos si la Comisión tiene derecho a animar a participar a actores de la sociedad civil de todos los Estados miembro con la condición sine qua non de que posean un perfecto dominio del inglés. Este requisito es contrario a los artículos 20 del TFUE (Tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea) relativos a la ciudadanía europea, y a los artículos 10 y 11 del TUE (Tratado de la Unión Europea) y a la Carta de derechos fundamentales (artículo 21 sobre la no discriminación en particular en materia lingüística, y artículo 22 sobre la diversidad).

Los miembros de la futura plataforma tienen derecho a presentar recurso, por discriminación lingüística, ante la Comisaria europea de Justicia, derechos fundamentales y ciudadanía, Viviane Reding, y/o ante el mediador europeo.

De hecho, en respuesta a un recurso, el mediador lanzó el 4 de octubre de 2012 una advertencia a la Comisión respecto al uso de las diferentes lenguas durante las consultas públicas, en la que exigía a ésta garantizar a todos los ciudadanos europeos la comprensión de dichas consultas públicas, las cuales deberán ser publicadas en todas las lenguas oficiales. Como señala el mediador, lo contrario sería considerado un acto de mala gestión. En su respuesta, la Comisión se compromete a mejorar sus prácticas, lo cual queda aún por demostrar.

Lamentamos que los servicios de traducción y de interpretación no hayan podido quedarse al margen de las restricciones presupuestarias impuestas a todas las direcciones generales de la Comisión. En el marco de la crisis de confianza que afecta a Europa, resulta aún más necesario que los principios democráticos rijan todas y cada una de las iniciativas. El respeto de la diversidad lingüística, plasmado en los tratados, forma parte de dichos principios. La violación tanto del contenido como de la naturaleza de dichos tratados puede resultar tan grave como el propio fraude fiscal.

Sería interesante saber lo que el Parlamento europeo opina sobre este tema, en especial Miguel Angel Martínez, vicepresidente responsable de las carteras de multilingüismo.

Claire Goyer

[1] Alusión a la frase “Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros” (Rebelión en la Granja, G. Orwell, 1945)